Seguro que en más de una ocasión, al recomendar una película y comentar que se trata de un musical, has recibido por respuesta un “¿Musical? Buuuuf… ¡yo paso!” Porque si no te ha pasado nunca, igual es porque el del “buuuuf” eres tú…
Y a nosotros, como apasionados melómanos que somos, no nos entra en la cabeza que quien disfrute de la música, sea incapaz de hacerlo en este formato.
Pero bueno, para gustos colores y, aunque sabemos que esta aversión hacia los musicales es compartida por muchos, queremos insistir en el obligado visionado que tienen algunos que se han convertido en auténticos hitos de la historia del cine.
Quizás no logremos convencer a muchos, pero ahí van igualmente seis musicales que debería ver todo el mundo, incluso aquellos que aborrecen este género…
Seis musicales que deberías ver aunque no te guste este género
Pocos géneros cinematográficos despiertan emociones tan intensas (y contrarias) como los musicales. Con su combinación de números de música y baile con narrativa tradicional, este formato es una de las expresiones más completas del cine desde sus orígenes.
Aunque a veces se le ha considerado un género de nicho, lo cierto es que muchos musicales han trascendido y se han convertido en obras maestras reconocidas por la crítica y el público. Ver un buen musical no es solo disfrutar de canciones pegadizas: es sumergirse en universos únicos, donde la emoción se traduce en melodía y cada movimiento tiene un significado.
A continuación, te proponemos seis musicales que no solo son imprescindibles dentro del género, sino que han marcado hitos en la historia del cine. Si no los has visto, esta es la oportunidad perfecta para hacerlo.
1.- Cantando bajo la lluvia (Singin’ in the Rain, 1952)
Dirigido por Stanley Donen y Gene Kelly, este musical es considerado por muchos como el mejor de todos los tiempos. Ambientado en el paso del cine mudo al sonoro, mezcla comedia, romance, coreografías deslumbrantes y una mirada irónica al propio Hollywood.
La secuencia en la que Gene Kelly canta y baila bajo la lluvia es uno de los momentos más icónicos del séptimo arte. Es una clase magistral de dirección, interpretación y montaje, imprescindible para cualquier amante del cine.
2.- West Side Story (1961)
Inspirado en “Romeo y Julieta”, este musical dirigido por Robert Wise y Jerome Robbins traslada el drama shakespeariano a las calles del Nueva York de los años 50, con dos bandas enfrentadas y un amor imposible.
Ganadora de diez premios Oscar, su fuerza narrativa, coreografías vibrantes y la música de Leonard Bernstein con letras de Stephen Sondheim la han convertido en una obra referencial tanto del cine como del teatro musical.
3.- Cabaret (1972)
Dirigido por Bob Fosse y protagonizado por Liza Minnelli, “Cabaret” es un musical atípico: sombrío, político y provocador. Ambientado en el Berlín previo al ascenso del nazismo, rompe con la estructura clásica del género y presenta un retrato inquietante de una sociedad al borde del abismo. Su puesta en escena innovadora, las brillantes actuaciones y su potente trasfondo social lo convierten en una obra de arte compleja y actual.
4.- Sonrisas y lágrimas (The Sound of Music, 1965)
Este musical de Robert Wise, basado en la historia real de la familia von Trapp, ha emocionado a generaciones enteras. Con Julie Andrews en un papel entrañable, sus melodías inolvidables —como Do-Re-Mi o My Favorite Things— y su mezcla de ternura, humor y drama histórico, es una de esas películas que trascienden épocas y públicos. Su éxito comercial fue tan arrollador que llegó a desbancar a “Lo que el viento se llevó” en taquilla.
5.- Moulin Rouge! (2001)
Baz Luhrmann revitalizó el género con esta obra barroca, excesiva y profundamente emocional. Ambientada en el París bohemio de fin de siglo XIX, narra un amor trágico con una estética visual impactante y un montaje trepidante. Su uso de canciones pop reinterpretadas en clave musical rompió moldes y conectó con nuevas generaciones. Con Nicole Kidman y Ewan McGregor en estado de gracia, “Moulin Rouge!” demuestra que el musical sigue siendo un vehículo contemporáneo para contar grandes historias.
6.- Chicago (2002)
Ganadora del Oscar a la mejor película, Chicago de Rob Marshall recuperó el esplendor del musical clásico con una propuesta moderna, sofisticada y ferozmente crítica. Ambientada en los años 20, narra la historia de dos mujeres acusadas de asesinato que usan los medios de comunicación y el espectáculo para limpiar su imagen.
Con coreografías fascinantes, números musicales que se integran con ingenio en la narrativa y actuaciones memorables de Renée Zellweger, Catherine Zeta-Jones y Richard Gere, Chicago combina sátira, glamour y ritmo a un nivel difícil de igualar.
Estos seis títulos no solo representan lo mejor del musical como género, sino que evidencian su capacidad para reinventarse y emocionar a lo largo de distintas épocas, contando historias de forma totalmente plena y completa como lo haría una película “normal”.
Cada uno de estos seis musicales, a su manera, ha dejado una huella imborrable en la historia del cine. Si aún no los has visto, no lo dudes: son experiencias que todo cinéfilo debería vivir al menos una vez. ¿Te gustan los biopics sobre cantantes o grupos musicales? Porque si es así, no tenemos ninguna duda de que, aunque digas que no te gustan los musicales, estos los disfrutarás, ¡dales una oportunidad!