Utilizada y practicada desde la antigüedad hasta nuestros días, pero… ¿Conoces los beneficios de la danza oriental? En el siguiente post, vamos a tratar de explicarte sus ventajas más importantes, aquellas que disfrutaremos en un primer momento y que conseguirán que nos sintamos mejores, más jóvenes y vitales.
Pero, lo primero de todo, ¿sabes qué es la danza oriental? Se trata de un baile practicado desde hace siglos. En sus inicios, se llevaba a cabo en honor a los dioses. Actualmente, su enfoque es el de liberar tensiones, definir nuestra musculatura y corregir malas posturas corporales.
Para ello, nos basaremos en la ejecución y repetición de movimientos suaves y ondulantes. Gracias al trabajo continuo y a las sesiones supervisadas, iremos consiguiendo mejorar nuestro ritmo, nuestro control, nuestra conexión con la música y crear un sentimiento de energía y de autoconocimiento personal.
Principales beneficios de la danza oriental
Son muchos y muy variados los beneficios que vamos a disfrutar al practicar de manera habitual este tipo de baile. Como decimos, las ventajas de la danza oriental irán enfocadas tanto a nuestro físico, nuestro cuerpo, pero también nuestra mente. En nuestra experiencia practicándola en la Escuela de danza Espiral, hemos podido notar un progreso continuo. Quizá, como es normal, lento en sus inicios, pero progresivo a lo largo del tiempo.
Así, entre esos beneficios, uno de los que más nos gustaría destacar es la innegable mejora postural que se consigue. Espalda más recta, hombros en su sitio y sin estar hacia delante… Todo ello sirve para, en segundo lugar, conseguir moldear la figura. Al mejorar nuestra postura, evitaremos que nos salga la chepa o la barriga típica de cuando se anda encorvado.
No son los únicos beneficios de la danza oriental. Gracias a nuestra experiencia, también podríamos nombrar que se mejora la circulación sanguínea, que se reduce el estrés o que se trata de una actividad terapéutica para el cuerpo y la mente.
Además, si nos centramos exclusivamente en el ámbito físico, se produce un claro fortalecimiento de la espalda, un avance en flexibilidad y equilibrio, así como en coordinación y en conocimiento de nuestro propio cuerpo.
Tras varias años, uno de los beneficios de la danza oriental que más hemos aprendido a valorar es la aceptación de nuestro propio cuerpo y la liberación de tensiones propias del día a día.